jueves, 11 de junio de 2015

03/05/2015 – Carrera solidaria contra el cáncer de Solares

Con el fin de mantener al equipo “concentrado” Toño propuso que corriésemos todos una carrera benéfica contra el cáncer que se había organizado en Solares. Era perfecta para seguir progresando después del debut familiar en la San Silvestre. Una carrera popular, con poca gente y de 5Km.

Hubo que convencer a los más “vagos” o reticentes zanjando la conversación en la que decidíamos si íbamos o no con un “ya estáis inscritos”. Sin vuelta atrás.

Elsa decidió acompañar a su padre que estaba muy contento al ver cómo había mejorado su ritmo en entrenamientos tras su “afinamiento”. Mi padre y mis hermanas decidieron que esta vez ya cada uno tenía que ir a su ritmo, sin esperarse, para esforzarse todos por igual. Y yo decidí hacer la carrera como un entrenamiento corto y “de calidad”. Pero como no me convencía mucho lo de “gastar” un domingo de entrenamiento corriendo sólo 5Km opté por ir y volver a Solares en bici. Una especie de duatlón bici-carrera-bici. La bici con calma, eso sí, porque llevaba tiempo sin cogerla y no quería tener que correr a lo robocop.

Al llegar a solares y encontrarme con el resto del equipo me gustó la “excitación y nervios” que había por allí. No era exagerado, pero se notaba que todos querían demostrarse a sí mismos que lo que estaban entrenando se notaba. Eso quería decir que se lo iban a tomar en serio, y ¡me encantaba!


Yo me puse en primera fila para la salida y la carrera la verdad es que no tuvo demasiada historia. Un 5.000 para un paquete como yo es simplemente correr a todo lo que das desde que empiezas hasta que llegas, tratando de que no se te caigan ni los pulmones ni el corazón por el camino.


Y eso hice, salí a todo lo que di y me sorprendí el primer kilómetro por ir en 2ª posición. ¿Dónde estaban los cracks? Ah, que no habían venido a esta carrera…


Al kilómetro y medio ya me pasó un grupillo de unos 8 corredores a los que traté de engancharme pero sólo pude mantenerme con ellos unos 500m.


Como se puede ver iba mirando el reloj para ver el ritmo al que íbamos... el ácido láctico no me dejaba ni enfocar. Muy rápido para mí, eso me quedó claro.

Hasta la mitad de carrera el recorrido subía bastante y los últimos 200-300m, antes de llegar a la finca del palacio del marqués de Valdecilla, fueron bastante duros.

Después de eso, y habiendo retenido todos los bofes dentro del cuerpo, ya sólo quedaba bajar hasta donde habíamos salido.


Al pasar cerca de la meta, antes de dar un rodeo para completar los 5Km, alguien del público para animarme al ver mi estado, me dijo que iba muy bien, entre los 10 primeros. Y sin adelantar ni que me adelantase nadie entré bajo el arco de meta.

En cuanto recuperé un poco el aliento salí trotando en dirección contraria para buscar al resto del equipo. Me encontré a la primera chica y poco detrás a Elsa acompañando a su padre. Elsa llevaba bastante mejor cara que la chica que la precedía y que su padre… les acompañé hasta meta y vi como la que había quedado primera felicitaba a Elsa y le decía que menudo gesto haber renunciado a ganar la carrera por acompañar a su padre.


Volví a salir en dirección contraria y al poco tiempo me encontré con mi padre que traía muy buen ritmo. Me “presentó” a un amigo de su hermano que iba corriendo con él y me dijo que iba bien y que fuese a buscar a mis hermanas que vendrían peor.


Muy poco más atrás me encontré con Rocío que, pese al esfuerzo evidente que estaba haciendo, me echó una sonrisa y me dijo que no me preocupase que el iba a su lado era médico. Mucho “colegueo” porque le conocía de su trabajo, pero al final la "picona" de ella le esprintó y le ganó…


Y para terminar fui a buscar a Marta que venía la última (¡del equipo, no de la carrera!). Cuando la encontré iba bastante asfixiada pero mantenía un buen ritmo, me sorprendió gratamente. La animé todo lo que pude en los últimos metros y vivimos juntos esa gran sensación de entrar en meta cuando lo has dado todo. Hombre, que ganar un oro en unos JJ.OO. también tiene que estar bien, pero ganarte a ti mismo es siempre muy emocionante.


Después de los comentarios post-carrera de rigor y, lo que se está convirtiendo en costumbre, aplaudir muy fuerte a Elsa cuando subió al pódium…


Me volví a disfrazar de ciclista y vuelta para casa. En resumen, un gran día de deporte en familia que estoy seguro que este año repetiremos en bastantes ocasiones.



El “track” de la prueba:
Garmin


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