miércoles, 3 de junio de 2015

08/03/2015 – IV Medio Maratón de Santander

El medio maratón de Santander era la primera prueba “seria” del año. La primera que había preparado conscientemente, haciendo entrenamientos un poco específicos (sin pasarse, dentro de mis posibilidades). El objetivo era intentar mejorar la marca del año anterior que es, hasta ahora, mi mejor marca en una media maratón: 1:24:54.

Los entrenamientos los llevaba más o menos bien. No me costaba demasiado aguantar los ritmos que necesitaba (4´/Km aproximadamente), aunque sí que iba un poco corto de Km. Me faltaba haber hecho más tiradas largas para ir con la seguridad de que iba a poder aguantar los 21,091Km a ese ritmo.

Sin embargo, el fin de semana previo, haciendo un entrenamiento con Elsa en el que yo estaba haciendo cambios de ritmo de 1.000m, me rompí. Nunca me había pasado y la sensación fue muy rara. De repente se me subió el gemelo muy muy fuerte y noté como un pinchazo. Traté de estirar pero vi que no mejoraba mucho, tuve que dejar de correr y volver a casa cojeando…

La última semana estuve un poco de “bajón” anímico por la lesión, pero no perdí la esperanza. Estuve estirando, masajeándome y poniéndome hielo todos los días a ver si podía correr. La verdad es que la molestia disminuyó mucho durante la semana. Y el viernes, al llegar a Santander, tuve cita con mi fisio particular (mi hermana) que me dió un masaje suave (a esas alturas ya no podía machacarme mucho) y me hizo un vendaje "kinesio taping" muy profesional.


Llegado el sábado, el día antes de la competición, no notaba ninguna molestia y decidí que estaba lo suficientemente bien como para intentarlo.

Esta vez el equipo lo formamos Elsa, Toño y yo. Cada uno íbamos a ir a lo nuestro. Toño que no estaba muy entrenado a disfrutar y terminarlo, Elsa “a lo que saliese” (prudente y humilde ella) y yo a salir fuerte, a ritmo de terminarla en 1h25´, a ver lo que pasaba.


Salida y, como siempre, todo el mundo despendolado. Yo me pegué desde el principio al globo de 1h25´ con el que íbamos un grupo bastante numeroso de gente. La calle Castilla muy bien de sensaciones pese a que llevábamos un ritmo un poco superior al necesario. “Por si acaso”, nos dijo la liebre.

En la subida a Valdecilla, Km 3, el gemelo me dio un aviso. Fue muy ligero, pero la misma sensación que había tenido el fin de semana anterior. Pinchacito y amago de contracturarse. Me bajó la moral porque quedaban muchos kilómetros por delante y el gemelo ya se quejaba. Sin embargo decidí no hacer mucho caso por el momento y en Cuatro Caminos, con terreno favorable y sintiéndome muy cómodo, decidí adelantarme al globo de 1h25´.

El Paseo de Pereda y Castelar seguía a buen ritmo y antes de llegar a la Cuesta del Gas me encontré con mis padres que habían bajado a animarnos.


Subí la Cuesta del Gas con miedo a que me volviera a doler el gemelo pero en ese momento no se quejó. Mi padre me comentó después que ya se me veía en la cara que iba preocupado.

Llegamos al Sardinero y al empezar a subir a Piquio… “chack”, pinchazo y dolor muy fuerte.

Hasta ahí había llegado, Km 8,5 de carrera y mi gemelo dijo ya vale de hacer el burro Miguel. Me dio bastante rabia porque hasta entonces llevaba una media de ritmo de 3:55/Km. Pero en realidad estaba seguro de que me tenía que pasar… además, si no me hubiese pasado tampoco estoy seguro de que hubiese aguantado ese ritmo hasta el final porque, como ya he dicho, llegué con falta de kilómetros.

Estiré un rato y me puse a trotar pensando en ver si podía al menos acompañar a Elsa. Seguí corriendo suave hasta la rotonda grande de la S-20 y allí decidí ponerme a dar vueltas hasta que llegase ella.

No tardó mucho y se sorprendió al verme corriendo en dirección contraria (ella y todos los corredores que veían a un tío con dorsal corriendo al revés que todo el mundo). Le expliqué brevemente lo que me había pasado y traté de adaptarme a su ritmo ya que no iba parada precisamente, 4:35-4:40/Km. Por fortuna mi cúmulo de desgracias se acabó y el gemelo me dejó seguir corriendo con ella hasta el final sin demasiados problemas (salvo otro pequeño amago de contractura subiendo la última cuesta del recorrido, la que sube del Sardinero a la curva de la Magdalena).

Yo al ir en “modo acompañante” intentaba animar mucho a Elsa y también al resto de la gente. Me sucedió una cosa muy curiosa y es que un chico al que animé de repente me dijo, “anda, ¡tú eres el del blog! Lo he leído y está muy chulo”. Me sorprendió muchísimo, se lo agradecí y le comenté que lo tenía totalmente parado por falta de tiempo… cosa que era, y es, cierta.

Elsa hizo un auténtico carrerón. Yo iba alucinado por el ritmo que llevaba con todos los kilómetros que llevábamos encima, se lo comentaba para darle ánimos y ella me respondía, como no: “¡calla, no quiero saberlo!”.


Llegamos a meta esprintando y adelantando a gente. El tiempo final fue: ¡¡1:37:25!!


Su mejor marca personal. Llegó tan cansada y orgullosa de lo que había hecho que nos abrazamos mientras se le escapaba alguna lagrimita.

Yo no soy muy objetivo, pero los resultados que tiene para entrenar por su cuenta 3 días a la semana, en el poco tiempo libre que le deja su trabajo, me parecen espectaculares. Una auténtica MÁ-QUI-NA en todos los sentidos. Se me ocurrió ir a echar un vistazo a las clasificaciones y vi que casi hace pódium, ¡4ª senior femenina!

Habían bajado a vernos llegar mis hermanas, mi cuñado y mi sobrino. Una alegría más que me hizo darme cuenta que para unos aficionados como nosotros lo de “cumplir o no cumplir con los objetivos” no es prioritario. Lo importante es seguir haciendo ejercicio y disfrutando. Y si es en familia, ¡mejor!

Ah, y Toño también cumplió, por supuesto. De él puede haber dudas en si va a tardar 1h40´ o 2h, de lo que no se puede dudar es de que si empieza una carrera la termina.



El “track” de la prueba:
Garmin

Las clasificaciones:
Clasificacion

Y galería de fotos:
Fotoyos

2 comentarios:

  1. Totalmente objetivo jeje. Gracias por recordarlo, me he trasladado a ese día tan especial... vivido además en familia, ya un clásico. Siento que no pudieras demostrar tu valía (como atleta) pero como te he dicho en varias ocasiones, la ilusión por mantenerse en forma va a seguir estando ahí y carreras hay muchas, así que ánimo!

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  2. Jajaja! Mi "valía" como atleta... no hay mucho que demostrar en ese aspecto. Es decir, que cualquier carrerilla que haga ya la demuestra. Ventajas de ser un paquete!

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